sábado, 2 de julio de 2016

Cerrado por descanso del personal

Un verano más nos vamos a lugares en los que no estaremos conectados a internet. P. también. Él se va mañana a Edimburgo y nosotros a un rincón más o menos perdido de la provincia de Cáceres, en la Raya con Portugal. Luego nos reencontraremos y subiremos a Asturias. A llevar una vida más o menos pastoril. 

En lugar del ordenador nos llevaremos una libreta (P. también), y unos cuantos libros. A Extremadura llevo el Capricho extremeño de Trapiello, unos cuentos de Torga y el Edimburgo, notas pintorescas, de Stevenson. Son libros muy pequeños, que caben en la palma de la mano y en el bolsillo del pantalón. Libros para llevar por ahí y andar ligero. Para ver mejor lo que se nos presente delante y tratar de imaginar lo que P. esté viendo. A Palacio tengo pensado llevarme algunas novelas de Camilleri y otro librillo de Stevenson, En defensa de los ociosos, que es, según reza en la solapa, "una irresistible invitación a rechazar la ética del trabajo y entregarse a los simples placeres de la vida (reír, beber, tumbarse al aire libre…). Un libro ingenioso y repleto de frases para anotar sobre la alegría de la ociosidad..." Para lo que vamos a hacer, el libro perfecto.

De manera que no volveremos a escribir nada aquí hasta septiembre. Dejamos, eso sí,  abierto este candil, por si acierta a pasar alguien. Y, como es costumbre de la casa, le dejamos estas dos canciones, de idéntico título, para que le ofrezcan compañía. A nosotros nos gustan mucho.

           
  
      

         

viernes, 1 de julio de 2016

Cómplices necesarios II



Hace unos días, mientras escribía la última entrada de este blog, me preguntó P. si podría hacer él una colaboración, escribir algo. También él quería decir su verdad, y me pedía un hueco en este candil. Me pareció estupendo. Siempre hemos visto este lugar como un pequeño huerto donde venir a pasar un rato cada día. En realidad, hace ya un tiempo que venimos solo de vez en vez, solo cuando nos apetece o tenemos tiempo, y son muchas las tardes que, por una u otra razón, no lo hacemos. O no tenemos tiempo o nos da pereza. Vi en la petición de P. una oportunidad espléndida para ir pasándole los trastos, y que sea él quien venga a cuidar del huerto. Fue decirle que sí, y se puso a ello. Aquí está su primera intervención:


Cuesta  encontrar el optimismo en un mapa inundado por un mar de neoliberalismo, que rompe sus olas contra los reductos norteños morados. También nos costó buscarlo aquella tarde de domingo cuando comenzó el escrutinio. La cara de mi tía L.,  hooligan de la formación morada desde que esta entró en la escena política, en el momento en el que J.C. recitaba los porcentajes que reflejaba el recuento  y que desmentían el sorpasso, era el resumen perfecto de  la noche. Se parecía a las caras que presentaron los dirigentes de la formación cuando salieron a hablar sobre los resultados, que contrastaban con las sonrisas y los memes de gatos (soy muy fan de La Cueva y de sus gatos) de la campaña.

El Correo Gallego

Estaba claro que la coalición era el comienzo, el tímido primer paso hacia algo mejor. Tal vez es debido al radicalismo propio mi edad, pero hoy en día tengo claro que las instituciones acotan demasiado las posibilidades de avanzar. Lo siento, pero mi opinión es que un partido jamás podrá reflejar un cambio profundo, la revolución no está en el voto. La calle es el único lugar donde se puede encontrar el cambio real. Entre las barricadas que se alzaron en la ciudad de París el 1 de mayo de 1968 aparecieron pintadas que decían que “Nos rêves ne rentrent pas dans vos urnes” (“nuestros sueños no caben en vuestras urnas”), una frase que creo que refleja a la perfección mi idea sobre la democracia representativa y lo que estoy intentando explicar en este párrafo. Sin embargo, si hubiese podido, habría votado, porque como ya he comentado, Unidos Podemos era el comienzo. Ahí he encontrado yo el optimismo. En la lucha:

-Tita, venga, anímate, ya está, otra vez a las calles.
-Ya, bueno…
Revista Polémica



Desde hace un tiempo estoy en la asamblea de estudiantes de mi ciudad y la última jornada de huelga me inspiró un gran optimismo. Más de quinientos estudiantes nos dejamos la voz frente a la delegación dejando claro que, “¡de norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue cueste lo que cueste!”. Desde pequeño he asistido a diversas manifestaciones con mis padres, pero ninguna fue como esta. Se puede decir que siempre he estado implicado de alguna manera en política, pero ha sido durante este curso cuando explotó ese pensamiento crítico que se lleva incubando en mí desde hace mucho tiempo. 

+quealba

Para mí ha sido un gran curso, ha sido muy completo y ha estado lleno de divertidas actividades. Entre ellas, el intercambio en Francia. Supongo que si seguís este blog E. ya os habrá contado algo. El caso es que estábamos allí, en Aix-Les Bains, cuando Francia despertó, cuando Francia se levantó contra la ley de trabajo y todo su mundo. Bajo la gran bandera del Che que había en el salón de mi “casa de acogida francesa”, leí los primeros artículos que explicaban cómo los estudiantes franceses bloqueaban los lycées con contenedores, cómo aparecían las primeras barricadas, cómo ondeaban las banderas sobre la multitud, cómo se encendían las bengalas entre las nubes de gas lacrimógeno. Curiosamente, bajo la mirada perdida del guerrillero se leía su famosa frase: “Hasta la victoria siempre”,  y los franceses siguen hoy en pie de guerra contra la ley El Khomri. Creo que este es el ejemplo que hay que seguir, es la resistencia que evitará que el Partido Popular vuelva a repetir el expolio de los cuatro años anteriores (además, tendremos ayuda desde las instituciones por parte de 71 diputados).

P.

France 3

Alternative Libertaire

International business times

Rémy Soubanère

Rémy Soubanère


Por esto llamo a salir a la calle, a vencer la decepción de las elecciones y a defender nuestros derechos como gato panza arriba y a obtener el cambio que deseamos. Usemos estos malos resultados para fortalecernos en las calles, para que la lucha siga cueste lo que cueste y para ser cómplices necesarios de un mundo mejor.



#DEBOUT from Clement Gino on Vimeo.


PD: Los padres no sabemos qué decir. Entendemos que las manifestaciones que reclama nuestro hijo son las permitidas por la ley. El abuelo, en cambio, que está un poco al tanto de las ideas de su nieto, nos acusó el otro día de estar envenenándolo.