Fundidos, sí, fundidos como abnegados gregarios en etapa reina del Tour. Así hemos llegado hasta la orilla de este largo, frío y oscuro trimestre. Exámenes, reuniones, cursos, recuperaciones..., todo un rosario de puertos de diferentes categorías, algunos de categoría especial -por ejemplo las correcciones interminables de los exámenes de los bachilleres, maestros algunos en el arte de escribir folios y folios y no decir nada o, pero aún, decir un montón de cosas torcidas e incomprensibles-.
Por todo ello hemos tenido tan abandonado este candil. Por eso y porque no teníamos nada que contar. Hasta antes de ayer, cuando al bajar la basura me encontré en el portal con nuestras vecinas, E. y X., que venían de vuelta de un concierto en la catedral, al que también había asistido Antonio Banderas.
-¿Antonio Banderas?
-Sí -y comenzaron a explicarme con entusiasmo-: pues resulta que este muchacho compone música para pasos de Semana Santa, y que a propósito de ello, conoce al director de la Banda Sinfónica de Albacete, y que este le dijo hace un tiempo que iba a estrenar hoy tres piezas suyas, del Banderas. Y a lo que parece le hizo tanta ilusión, que le contestó que se venía a escucharlas, y dicho y hecho, aquí se ha presentado... Eso sí, con cinco guardaespaldas que lo han tenido rodeado todo el rato. Y ha estado muy bonito...
Y completaron tan detallada información:
-La que más le emocionó, dicen que dijo, fue la que compuso después de la muerte de su padre, un paso fúnebre muy sentido...
Esta conversación ha sido lo más emocionante que nos ha pasado esta semana.
Y ahora ya estamos preparando las maletas para irnos a descansar una semana a nuestro locus amoenus particular, de manera que ya tenemos la cabeza en el Negrón: cuando al fin entramos en ese túnel larguísimo, sentimos que ya estamos en casa.
N.B. Como es costumbre de la casa, para no dejar desolado este candil, vamos a traer hasta aquí una canción y unos bailarines con los que compartimos una misma forma de danzar...
N.B. Como es costumbre de la casa, para no dejar desolado este candil, vamos a traer hasta aquí una canción y unos bailarines con los que compartimos una misma forma de danzar...
De Drexler me va más el video que la canción...
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