Ayer, al terminar la clase, se me acercó S., un pequeño pícaro de 1º B.
-Profesor -me dijo muy serio-, sabe usted que hay un récord Guinness que consiste en partir un espagueti colocándolo entre el labio y la nariz- se colocó el lápiz en ese lugar, a modo de ejemplo.- Pues el récord está en dos espaguetis... y yo rompo ¡tres!
Me quedé un rato mirándolo, plantado delante de mí con el lápiz todavía sobre el labio.
-Lo tengo grabado y lo he colgado en yutube - añadió.
Podría haberle dicho cualquier cosa, mandarlo a la mierda, por ejemplo, pero S. es un alumno muy educado que cada vez que no trae las tareas me pide perdón o disculpas. Lo hace todos los días. Unos me pide perdón y otros me pide disculpas. Pero nunca hace un solo ejercicio. No escucha nunca las cosas que les explico. No se ha leído ninguno de los libros que les he ido mandando. No ha aprobado ningún examen, ningún trabajo.
-¿Y a qué esperas para decírselo a los del Guinness?- le pregunté.
Luego le pedí la dirección de yutube, para ver ese vídeo. No lo encontré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario