miércoles, 2 de octubre de 2013

Paréntesis (III)

Sin avisar, así se presentó la primera lluvia del otoño. Fue al terminar las clases. Se puso el asfalto brillante como carbón mojado y  le nació un barro muy negro a las orillas de las aceras. Sobre la bicicleta, el rostro contra la lluvia, me asaltaron memorias de otros días iguales, ya muy lejanos: las bajadas a tumba abierta desde San Tirso, los esforzados pedaleos de vuelta a casa, contra el viento y el agua y tratando de que la noche no llegase a la meta antes que nosotros... Nuestra vieja bicicleta de carreras azul, que me compró mi padre de segunda mano en uno de aquellos programas de radio en los que la gente ofrecía toda clase de cosas más o menos usadas (volverán esos programas, no lo duden)...

Iba tan ensimismado en esos recuerdos, imaginándome, como entonces, ya casi un profesional en mitad de una tormentosa etapa de montaña (que ya es soñar, ¡en las llanísimas calles de Albacete!), que olvidé detenerme en la panadería y tuve luego que darme la vuelta. Porque uno, sin pan, como sin sueños, no sabe vivir.


(elmundo.es)

2 comentarios:

  1. La locutora de "Puente a su problema" (vaya nivel, ehhh!!!!), hoy ejerce de abuela de la futura reina de España...y vive en en pueblecito de Ribadesella, pa´ evitar los pufos que dejo en Oviedo (esa afición al bingo que mala que es)

    Saludos y besos desde La Corredoria.

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  2. ¡Efectivamente! No me acordaba yo de ese detalle, ni del nombre del programa... Probe muyer... Un besazo.

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