Vamos a ir colocando aquí, esta semana, algunas estampas de nuestros viajes de invierno. Por alargar estos días de fiesta que ya se terminan, porque al contarlos, nos parecerá que aún los estamos viviendo un poco...
Los viajes
Va a ser verdad, como toda la vida de dios ha comentado la gente, que el tiempo está loco. Que las cosas están hoy patas arriba, todo del revés... Y digo esto porque al contrario de lo que es corriente, cruzamos Castilla entre nieblas misteriosas, vientos furiosos y tercas lluvias. Madrid, por ejemplo, podría estar donde siempre ha estado o podrían haberlo cambiado de sitio, que nosotros no lo vimos. Sin embargo, nada más abandonar las profundidades de El Negrón, nos encontramos una Asturias luminosa, alegre, llena de sol. Sin una sola nube en el cielo. Exactamente lo contrario de lo que nos suele suceder.
Y en el de vuelta otra vez lo mismo. Dejamos un día espléndido, soleado y limpio, y tras cruzar ese túnel interminable, nos recibió la nieve. Por Caldas de Luna el paisaje estaba medieval, inmóvil, silencioso. Y a partir de León, en lugar de esa nieve antigua, la misma niebla de hacía una semana. Tampoco pudimos saber si seguía Madrid es su sitio...
Los personajes
Un malabarista en el semáforo. Frente a la casa de mis padres, un muchacho con un chaleco y un turbante, y unas largas barbas islámicas, cada vez que el semáforo cambiaba a rojo y los coches se detenían, se plantaba delante de ellos y, con una gran sonrisa, comenzaba a hacer malabares con cuatro mazas. Luego, unos segundos antes de que tornase el semáforo al verde, se quitaba el turbante y se paseaba entre los coches, por si alguien quería dejarle en él algunas monedas.
Las calles
La calle Paraíso de Oviedo es una calle estrecha que corre paralela a las antiguas murallas de la ciudad. Antes había allí una fábrica de gas. Hoy es una calle apartada por la que apenas pasa nadie. Fuimos hasta allí porque acaban de abrir un café-librería, el café Paraíso. Quedamos allí con C. y H. Luego llegaron R. y M. Nos tomamos unas cervezas de pie porque estaba ese café lleno, que habían organizado un rastro solidario en unos bajos de al lado. La clientela era toda muy joven y muy moderna. Por eso nos extrañó mucho que se organizase una pequeña trifulca entre los que bebían en la calle, a la puerta del café. Al principio, vista desde donde estábamos, parecía un baile, una coreografía de musical. Al parecer eran dos que se querían pegar, vaya a saberse por qué, y el resto trataba de separarlos. Pero, ya digo, desde el interior nos pareció, al principio, como una conga. Afortunadamente, no llegó la sangre al río.
Los anuncios
Soplaba en mi pueblo, este diciembre, el viento de La Regenta, caliente y perezoso y viceversa, y en la puerta del Charly anuncian ya la cabalgata "Elvis vive", que se celebrará, como cada año, en la Nochevieja. Sacarán entonces la enorme figura que tienen a la entrada del bar y lo pasearán, como a santo en procesión, subido a un remolque, por las calles del pueblo. A veces, si tienen tiempo, llegan a Figaredo,a Ujo, a Pola de Lena...
No estoy segura si en una de las fotos se ve el edificio de la Fábrica del Gas ¿sabes que allí trabajó nuestro bisabuelo Juan (el pirata)?
ResponderEliminarEn la segunda, el edificio de azulejos azules, en ese creo que estaba la fábrica. Y no, no sabía que hubiese trabajado allí nuestro bisabuelo. María José, muchas cosas tienes que contarnos... Y qué bien poder saber estas cosas y hablarnos en la distancia con este invento del internet... Un beso para todos.
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