jueves, 8 de diciembre de 2016

Verano en Asturias 2016 (El paseo)

Esa mañana nos despertamos temprano para ir a caminar.

P. y C. salen con el móvil en la mano. Son turistas modernos. Los montes, los prados, los castaños, los avellanos, los nogales, los miran poco y con indiferencia.

Al rato, el río San Miguel canta a nuestro lado.

Al pasar Riocaliente, el ruido extravagante y nervioso de una sirena. Una ambulancia pasa a nuestro lado, desesperada y veloz, camino de Palacio o Ardisana, quién lo sabe.

Paramos un rato, a medio camino, en la Venta del Probe. Frente a la bolera donde el otro día vimos a unos ángeles disimulados, tomamos un café y leemos el periódico rápido, un poco por encima. Seguimos pensando en esa ambulancia. ¿Qué habrá pasado? ¿A quién habrá ido a buscar? ¿Habrá sido en Palacio o en Ardisana?

Retomamos el camino, cuesta arriba hacia la Malatería. Nos detenemos de nuevo, para recuperar el resuello, porque la cuesta es pina, al lado de la capilla de la Magdalena y el tejo enorme que le hace sombra. M. y J.C. tiran unas piedras a la campana. Después de varios intentos, cuando al fin le aciertan, le sacan un sonido raquítico al viejo esquilón.

Nos adentramos en el bosque. En una revuelta del camino, en el hueco de un árbol, un belén que se ha mantenido con dignidad desde las navidades pasadas.

Cuando llegamos por fin de vuelta al pueblo, ya todos saben lo que ha ocurrido. Una mujer de Ardisana, que no conocemos. La encontró el panadero tirada en el suelo de la cocina. Le extrañó que no contestase a su llamada, como hace habitualmente. Vio la puerta abierta, volvió a llamar, gritó su nombre, y como no recibió contestación, se adentró un poco. Fue entonces cuando la vio, desmayada en el suelo de la cocina. Seguramente, nos dicen, le ha salvado la vida. Todavía no saben bien lo que le ha sucedido, pero, opinan en el bar, si el panadero no se la llega a encontrar, seguramente se habría quedado allí mucho rato, pues vive sola, y no se habría podido recuperar del soponcio, sea el que sea. Eso opinan en el bar.


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