jueves, 21 de febrero de 2013

Viaje de invierno V. Tres citas o un pimiento no es un pepino

El lunes, como era nuestro último día en Asturias, concertamos tres citas. 

Quedamos primero a comer con H., M. y N.

Antes de que llegasen hicimos unas compras por Oviedo y dimos un paseo. Llovía tanto que al final me entró agua en los zapatos. Habíamos quedado en un café de la plaza del Riego. Llegamos pronto. Apenas había nadie, ni en la plaza ni en el café, donde solo nos encontramos a la camarera y a un amigo suyo que le estaba dando conversación. P. trajinaba con mi móvil, la pareja de la barra se veía ensimismada en su diálogo, así que pensé que podría entrar en el baño, sacarme los zapatos y los calcetines y colocarlos un rato bajo el secador eléctrico. 

-Voy un momento al baño, P.-informé a mi hijo.

-Vale-me contestó sin levantar la vista del móvil.

¿Llevé a cabo lo que acababa de pensar? Como en esos relatos que dejan abierto su final o presentan al lector varias posibilidades de desenlace, lo voy a dejar aquí. 

Luego fuimos a Santianes, a tomar el café en casa de N. y A. Como con H., con N. nos ponemos a hablar como si nos acabásemos de ver la tarde anterior, y así fue pasando aquella dulcemente, en la cocina de su casa de Santianes, mientras P. y A. bailaban las canciones de Michael Jackson frente a la wii. Por la ventana, vimos cómo desparecía poco a poco, en el atardecer, el lugar de La Armatilla, en lo alto de la montaña...

Por último nos acercamos a La Corredoria, a despedirnos de mi hermano y los sobrinos. Al llegar nos contaron que el regalo que les habíamos traído estaba desde esa mañana en el trastero. Pedí explicaciones. G. no quería hablar, pero finalmente nos enteramos de que la causa de ese traslado no era otra que la desobediencia de G. Y que cuando le amenazaron con llevarse el regalo fuera de su alcance, había contestado que le importaba un pimiento.

-¡No!-protestó G.-Yo no dije eso-se quejó con los ojos brillantes-. No dije "un pimiento", dije "un pepino"...-y se fue, enojadísimo y al borde de las lágrimas, a su cuarto.



Plaza del Riego. Postal de los años 50 
www.todocolección.net

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