miércoles, 13 de febrero de 2013

Viaje de invierno

Los viajes de invierno son, lo sabemos por experiencia, sumamente entretenidos.

En el que hicimos P. y yo el fin de semana pasado volvimos a comprobarlo. Al salir lucía el sol y al sol flameaba la enorme bandera que tienen izada en un área de servicio de la patriótica provincia de Cuenca. Casi tan grande como aquella que levantaron en Colón hace unos años, creo que siendo ministro el inefable señor Trillo, hoy embajador en la populosa ciudad de Londres. Lo que ocurre es que, nos fijamos al pasar, está esa bandera conquense muy deteriorada, deshilachada y mordida como después de una batalla desgraciada. 

Se nubló al pasar al lado del castillo de Garcimuñoz, donde murió Manrique, y más oscuro se puso aún el cielo sobre los cerros de Segóbriga y Uclés, allí donde el paisaje imita un cuadro de Benjamín Palencia...

En Madrid, vientos a barlovento y miles de coches entrando y saliendo (Moratalaz, Vallecas, Leganés, Alcorcón...), cambiando de carril desasosegados, empujados por ese mismo viento enloquecido. En el norte amainó y se despejó la carretera milagrosamente. En los arcenes, cientos de anuncios de colegios exclusivos y bilingües.

En Villalba aguanieve y sol, pero sin arcoiris. El Guadarrama, desaparecido tras nubes torturadas y oscuras...

Ya en Castilla, cielos azules y nubes peregrinas... En Villafranca de los Caballeros (qué nombre tan bonito), donde paramos a merendar de espaldas al sol, se alargaban en el aparcamiento nuestras sombras hacia el horizonte. Jugamos un rato con ellas, mientras nos terminábamos los bocadillos de jamón, y ya otra vez al coche.

Nos cogió la noche subiendo las primeras cuestas del Huerna. Y al salir de El Negrón (qué buen nombre para túnel tan oscuro e interminable) de repente la nieve, fosforescente en mitad de la noche oscura. Pero solo teníamos ya, en ese punto kilométrico, que dejarnos caer, como la nieve, hacia el valle natal.

                         

1 comentario:

  1. Jajajaja es verdad, vaya bandera descomunal tiene "El Marino" de Honrubia.
    Yo en esta ruta tengo dos paradas fijas:
    - La primera en "El vasco" en Villarrubio (el pepito de ternera es inmejorable.
    - La segunda en "Casa Lola" en Rueda-Valladolid, para terminar de reponer fuerzas y seguir viaje tan campante

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