lunes, 20 de enero de 2014

La estancia V

Anuncian en la TPA (Televisión del Principado de Asturias), desde hace días, que el próximo pasarán la primera película doblada al asturiano... Han escogido El rostro impenetrable, que nos parece una muy buena elección, por la calidad del film y porque, puestos a decidir a qué actor memorable nos gustaría escuchar hablar en la lengua de los campesinos nuestros, Marlon Brandon parece una decisión impecable. 

Y estamos deseosos de ver cómo se maneja en este bable nuestro ese actor poderoso, y seguros de que no dejará de llamarnos la atención y parecernos rarísimo.

Recuerdo bien la primera vez que vi, en una sidrería de San Esteban de las Cruces, una emisión de la televisión gallega. Habíamos subido hasta allí unos cuantos amigos, una tarde de sábado invernal, porque retransmitía esa cadena el Oviedo-Real Madrid, y en aquel chigre acababan de comprar una antena parabólica con la que se captaba nítidamente la señal que venía, con el viento del Oeste, de Santiago. Llegamos un poco antes de la hora del encuentro, para coger un buen sitio. Ya tenían encendido el televisor y cogida la señal peregrina. 

Emitían un capítulo de Star Trek, doblado a la lengua de Pondal y Rosalía, y fue una conmoción escuchar al doctor Spock hablando tan dulcemente, tan morriñosamente, dentro de la nave espacial... En realidad nos entró mucha risa, lo recuerdo bien. Gallegos, ya se sabe, los puede encontrar uno en el rincón más impensado e ignoto del planeta. Ahora, encontrárselos en la Enterprise, y en mitad de una lejana galaxia, eso ya nos pareció demasiado...(Del partido ni me acuerdo, tan solo que se alineaba entonces en las filas del Oviedo un finísimo y espigado centrocampista de tez blanquísima, un jugador como hemos visto pocos. Jugaba al fútbol como si estuviese ejecutando con el balón una danza clásica, Romeo y Julieta, por ejemplo. Lástima que se lesionase con frecuencia. Se llamaba Gracan y era de la escuela balcánica).

Pues bien, algo así nos sucederá mañana, cuando escuchemos a a Karl Manden y a Brando decir en asturiano tan graves cosas del amor, la amistad y la traición... Aunque esto moleste a algunos regionalistas, como a mi amigo D., es muy probable que también nos acometa, como aquella tardenoche en lo alto de Oviedo, bastante risa... Hasta hace apenas unos meses, en esta misma televisión regional emitían un programa de humor cuyo plato fuerte era un doblaje imaginativo e irreverente de algunas escenas de películas famosas. Y, al fin y al cabo, nosotros nos hemos educado escuchando a mi madre afearle a mi padre el uso de este antiquísimo romance, y tacharlo de cosa aldeana y poco elegante... Lo orgullosa que estaba mi madre de lo fino que hablábamos mi hermano y yo en nuestra tierna infancia. Luego nos estropeamos de un modo lamentable...

Al final será cosa de acostumbrarse, pues a todo terminamos por hacernos y, ¿quién lo puede saber?, a lo mejor acaba el asturiano por ser una lengua de cultura, sonora, alta y retumbante, jugoso romance, vigorosa rama de la antigua lengua latina... A nosotros, cuando estamos por allá, nos gusta mucho decirlo, se nos alegra la boca...


                            

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