martes, 21 de enero de 2014

La estancia VI

Dejé a P. con M. y me fui de paseo, solo, por Oviedo. Vagabundeé por las calles, como un turista en su propia casa, sin prisa, sin rumbo, dejándome guiar por vagas memorias de la juventud... Acabé, no sé cómo, desembocando en Cervantes. Al cabo de un buen rato, salí de allí con la última novela de Jiménez Lozano en un bolsillo y con un diccionario de diablos y demonios en el otro. Diabolicón, se titula este, y en su solapa reza lo que sigue: "Cuarenta y nueve diablos "superiores y mandamases", cincuenta y siete "intermedios y de oficios" y sesenta y seis diablos "menores y del montón" constituyen este fabuloso y divertido repertorio de las huestes infernales que, con tanta erudición como humor, nos ofrece Jorge Ordaz continuando así una tradición presente a lo largo de la historia de las letras hispánicas..." Jorge Ordaz, por si alguien no lo sabe, es profesor de Geología en la Universidad de Oviedo, novelista -con La perla de Oriente quedó finalista del premio Nadal-, traductor de varios poetas ingleses y norteamericanos  y autor de algunos libros que nos han gustado mucho -por ejemplo su Gabinete de ciencias asturales-. Además, publica un blog, Obiter dicta, muy recomendable y que nosotros visitamos con frecuencia. Este Diabolicón le habría gustado mucho a Cunqueiro.



De vuelta a Mieres, paramos un momento en Santianes, a ver a N. A. y los chiquillos estaban en Gijón, y N. se había quedado en casa a descansar un rato de los excesos que estas fiestas traen consigo... Tomamos una cerveza en la sidrería del pueblo y luego nos llevó a ver la capilla, que restauraron los vecinos el año pasado, en régimen de sextaferia (la recoge, tan hermosa palabra, el diccionario de la RAE: f. rur. Ast. Prestación vecinal para la reparación de caminos u otras obras de utilidad pública, a que los vecinos tenían obligación de concurrir los viernes -sexta feria- en ciertas épocas del año). Le tuvo que pedir la llave a una vecina, que es la que la custodia. La ermita tiene un sauce llorón a  la entrada, y está atestiguado que es templo muy antiguo. N. nos hace de guía, nos muestra el arco antiquísimo que se conserva, y una vieja inscripción, ya muy desgastada y muy difícil de leer, en el ábside. Y como siempre que nos juntamos, recordamos, nostálgicos, los buenos tiempos juveniles...



                                  Sexta Feria en La Cabaña, para hacer limpieza en el pueblo, entre 1958 y 1960.
                                            (Del blog http://observatorioredes.blogspot.com.es)

Por la noche, al abrigo de la casa paterna, vemos un rato El rostro impenetrable... También en ella se habla de la juventud perdida: "Fuera un millagru que pudiéramos conservar el pellellu...", declara con voz grave Marlon Brandon...





         




        

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