viernes, 3 de diciembre de 2010

Los libros también huelen

Aunque carecemos de pulsiones fetichistas y tampoco nos tenemos por grandes sensuales, debo confesar que alguna vez me he descubierto con la nariz metida entre las páginas de un libro, aspirando con los ojos cerrados su perfume. Los hay que huelen maravillosamente. Uno de los grandes inconvenientes de los books actuales ese ese, que resultan inodoros. No dejan lugar a las perversiones. En cambio, un libro de papel, nuevo o viejo, si tiene un buen título y huele bien, nos predispone a su favor antes incluso de leer una sola línea.



En esta foto, el sumiller Luis García  huele antiquísimos y venerables libros en el último Salón del Libro Antiguo de Madrid. Si quieren ver el vídeo en el que hace el comentario, enlazar AQUÍ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario