sábado, 18 de diciembre de 2010

Regalo

Sin que nos diésemos cuenta, han puesto una Feria del Libro en nuestra calle. Tan distraídos somos. Es una feria pequeña, muy poca cosa, pero nostros la hemos recibido como un regalo antes de tiempo. De manera que ayer por la tarde, mientras P. estaba en Kun-Fú, estuvimos visitándola. Son los mismos libreros que vienen todos los años por marzo o abril, más el librero de viejo autóctono, el que pone un puesto cada domingo en la Plaza Mayor.




 


Son, también, los mismos libros de siempre: viejas colecciones de clásicos, libros de cocina, de la Segunda Guerra Mundial, esotéricos o de chistes... Pero, también como siempre, encontramos entre algún montón de estos libros huérfanos y polvorientos uno o dos que nos interesan. Esta vez fue uno de Pla -este hombre, como sabe que nos gustan mucho las cosas que escribe, nos sale al encuentro a la mínima oportunidad- y "Los cuadernos norteamericanos" de Hawthorne. Con ellos bajo el brazo nos volvimos a casa, tan contentos.

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