viernes, 16 de diciembre de 2011

Perfil urgente de José Bono

Días antes del de la Constitución, escribía esto Martí Gómez en lalamentable.org:
"Escalofríos siento ya a pocos días del último acto de José Bono como presidente de la Cámara de Diputados. Temo su verbo florido, prosa de sonajero, que diría Juan Marsé, con algún extemporáneo ¡Viva España! como colofón. Mucho ha recorrido Bono desde los tiempos en que militaba en el PSP de Tierno Galván, que no lo dejó bien parado en sus memorias porque cuando se olió el cambio Bono se pasó al PSOE, sector guerrista, para luego ser filipista y de ahí que Guerra lo aborrezca por traidor. A lo largo de los años Bono solo ha sido fiel a su aversión al pollo, a su pasión por relacionarse con gente famosa, a hacer declaraciones extemporáneas y al populismo, que desarrolló a toda máquina presidiendo la comunidad de Castilla-La Mancha. Cuando el príncipe Felipe visitó la comunidad Bono editó un lujoso libro que sumía en la confusión: el lector pasaba página tras página con foto de Bono en una y foto de Bono en la siguiente y no acababa de dilucidar si la estrella del evento era el príncipe o Bono. No menos memorable era el video que se ponía en los autocares que llevaban a los ancianos de la comunidad a ver el mar. En el video Bono desplegaba toda su oratoria hablando de olas, espigas, nubes, arena, sol, noches de luna... y esto, recordaba a los viajeros, lo iban a disfrutar gracias a que la comunidad que él presidía corría con los gastos. Iba implícito el corolario “votarme”. Irse de la Cámara de Diputados se va. Dónde intrigará a partir de ahora es lo que falta por saber. Porque intrigar seguirá intrigando. Por el bien de España, por supuesto".
Si alguien escuchó el discurso del señor Bono tan señalado día, habrá comprobado que los temores del Martí -¡qué grande el Martí! (leer con marcado acento catalán)- no eran infundados.

1 comentario:

  1. Hace bien poquito fue Bono invitado a los desayunos de la uno y, como al que ya no tiene postizo que perder y no le preocupa si sopla el viento ni para dónde, se le salió el rencor. A mí me pilló, como casi siempre, por sorpresa, porque suelo saber de las andanzas televisivas de los políticos en diferido, mientras cocino, con lo que necesariamente les doy la espalda, por muy feo que esté. Morrocotudo cabreo el de don José con Ana Pastor, que tampoco se quedó callada: se tiraron a matar ambos, y no llegaron a las manos porque en TVE todavía no es deporte la chabacanería, que si no...

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