miércoles, 6 de abril de 2011

Fútbol y libros o viceversa

Cuando se nos presenta la oportunidad de aunar dos vicios, el placer que nos proporcinan se multiplica geométrica y gloriosamente. Esto, que podría ser el aforismo de un epicúreo, se me ocurrió a mí solo el otro día, cuando leía un hermoso libro sobre fútbol.


Se titula, ese libro, La vida es un balón redondo, y está compuesto por una serie de artículos en los que un editor y librero declara su amor incondicional hacia ese deporte, las sensaciones que le ha regalado a lo largo de su vida, las personas que le hizo conocer... Es un libro precioso, escrito con naturalidad y gusto, y se lee con agradecimiento y emoción.


Es raro encontrar un libro así sobre fútbol. Y no porque falten libros dedicados a tal asunto. Sin embargo, suelen ser todos tomos ilustrados y oportunistas, que imprimen a toda prisa tras alguna victoria sonada, o sobre los grandes equipos del país. Mucha foto y poco texto. Leer algo más inspirado y de cierta calidad literaria sobre este tema resulta mucho más difícil. Parece que en el mundo anglosajón son más frecuentes, pero aquí, aquí apenas hay nada.

Siguiendo esa tradición británica, el corresponsal de El Mundo en Londres, Íñigo Gurruchaga, ha escrito también un libro muy hermos al respecto. Se titula Scunthorpe hasta la muerte y es el relato de la vida de un futbolista vasco en un equipo de la cuarta división inglesa. ¿No suena muy emocionante? Pues les aseguro que se lee de un tirón, y que no habrá muchas novelas que retraten esa ciudad industrial -Scunthorpe-, el norte de Inglaterra y la pasión de los ingleses por este viejo deporte como aquí se hace.


Después de leerlos, me los llevé al estudio y los coloqué cuidadosamente, con agradecimiento, al lado de los pocos semejantes que tenemos entre tantos otros libros: Eduardo Galeano, Juan Villoro, Osvaldo Soriano... Es nuestra única colección, nuestra pequeña colección de libros de fútbol.









2 comentarios:

  1. No me puedo creer que no haya ningún comentario del partido del sábado.
    Begoña

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  2. Demasiado emocionante,prima, demasiado increíble como para expresarlo con palabras...

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