martes, 12 de abril de 2011

Semanas de pasión

Se avecinan, para los aficionados al fútbol, jornadas de grandes emociones, días de pasión y gloria. Para los que nos gusta tanto que hasta nos quedamos parados un ratito en la calle si vemos a unos chiquillos jugar, serán, estas semanas de abril, un gran regalo. Así que, para ir abriendo boca, hemos vuelto al libro de Vladimir Dimitrijevic, y hemos picoteado aquí y allá. Y al hacerlo  hemos pensado de nuevo en lo buen libro que es este, sobre todo porque, al hablar de fútbol, termina inevitablemente hablando de todo aquello que en verdad es importante. Pongo aquí algunos ejemplos:

"[El delantero centro] está siempre al acecho y se comporta durante todo el partido como el que acaba de perder su boleto justo antes de la salida del tren o del avión. Estos cazadores de goles son extraños(...). Una sola idea en la cabeza como en los poetas o en los grandes novelistas".


"Hay pocos señores en las competiciones en las se pone en juego tanto como en las que vemos hoy en día. ¿Dónde están los Bobby Charlton, los Rajko Mitic, los Facchetti, los Eusebio de antaño?"


"Hay equipos que son mecánicos, disciplinados; y hay equipos que son orgánicos, como un cuerpo humano".


"Los grandes equipos son equipos de amigos, de amigos de infancia. La amistad y la infancia juegan un gran papel. El equipo es un sueño, una fe".


"La manera, para un escritor, de situar una coma, un adjetivo, de entender su propia música, la respiración de su frase, todo eso se encuentra igualmente en este juego mágico. Existe un fútbol musical, jugadores líricos, jugadores académicos...".

"Como los niños son más bien distraídos, durante el encuentro, prefieren mirar a una hormiga en el suelo o bien jugar con los palillos o con las cerillas, en lugar de seguir a la gente que corre. Un vistazo a la hormiga que desplaza una ramita, un vistazo al balón, una carrera a través de las gradas, de nuevo la hormiga, estupefacción cuando los adultos comienzan a gritar, esfuerzo por comprender por qué los otros corren por el campo, entre los que destaca un títere que gesticula, que se agita, que se lanza sobre el balón. Es el portero: es interesante porque está chiflado (...) De repente hay un señor que hace idioteces, y los otros están en calzones, como papá en casa cuando se afeita."


"Entonces aparecía alguien que había escuchado el partido en la radio y nos explicaba quién había marcado y, por supuesto, hacía observaciones sobre el árbitro o el comportamiento de los jugadores. Podía mentir o añadir cosas. Pero todo era cierto".

"Se reconstruye un partido oído en la radio como se reconstruye todo libro leído. La verdadera pasión por el juego es vivida por la cabeza, es vivida  por el corazón".


"En el fútbol, para rentabilizar el coste de los jugadores, se llega a un centenar de partidos históricos por año y, el sábado o el miércoles por la noche, se pueden ver tres partidos in extenso, más el resumen de otros quince encuentros. A última hora de la noche, el caos instalado en nuestra cabeza produce extraños estados en los que el resultado de los partidos es puesto en duda por culpa de una memoria sobrecargada".

2 comentarios:

  1. ¡Qué emoción, Señor Enrique, qué emoción!
    Este sábado a cruzar los dedos, aunque quizá deberíamos abrir bien la palma de la mano...

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  2. Y Rita Pavone cantando eso de:
    "Por qué, por qué...
    los Domingos por el fútbol
    me abandonas.
    No te importa
    que me quede en casa sola.
    No te importa.
    Por qué, por qué,
    no me llevas
    al partido alguna vez...." etc

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