lunes, 3 de octubre de 2011

Entrada del otoño

Con el velo de novia de la niebla estaba la ciudad preciosa. Era, además, domingo, y muy temprano, y salíamos a por el pan y los periódicos, que son recados que nos gusta mucho hacer. Y todo estaba silencioso. Y corría entre los árboles un aire muy fino, indudablemente otoñal... 

Da mucho gusto reconocer, al margen de los calendarios, el momento exacto en el que llega  una estación nueva, y este año, para nosotros, el otoño entró ayer en la ciudad, entre la niebla y muy temprano, rodeado de silencio.

A la vuelta de esos mandados, encontramos ya varias hojas caídas por el suelo. Parecía otra ciudad.

1 comentario:

  1. Preciosísima primera frase "con el velo de novia de la niebla"; me encantó.

    Respecto a la entrada del otoño, no puedo decir lo mismo de la ciudad en la que me encuentro. Aquí todavía hace mucho calor, y los árboles permanecen floridos.

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