jueves, 5 de mayo de 2011

La mano de la madre

Tuvimos que volver con cierta urgencia el sábado. P. esperaba poder ver El Resucitado, que es, dice A.,muy alegre y colorista. Pero nos llamaron de Albacete, que el hermano de J.C. había empeorado muy rápidamente y se encontraba muy grave.

Cuando, recién llegados, llevábamos a L. al hospital, la llamó J. C. por el móvil. Acababa de morir.

Luego nos enteramos de que la muerte le alcanzó justo en el instante en que su madre, que llevaba largas horas cogida de su mano, convencida al fin  para que se levantara un rato y se moviese un poco, se separó de él.

1 comentario:

  1. El día en que nadie cierre mis ojos
    y que ni una lágrima corra por mí.
    El día que veas que mi mirada
    no se fija en tí...
    Ese día piensa en mí.
    Descansaré en paz, amigo.
    Calla, no llores por mí.
    He escogido mi camino.

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