sábado, 7 de mayo de 2011

Los cuatro clásicos

Confieso haber quedado, tras esos cuatro partidos de marras, para el arrastre, fatigadísimo, exhausto. Aunque los seguí todos cómodamente sentado en el sofá, acabé cada uno de ellos como si nos hubiésemos pasado los noventa minutos corriendo de aquí para allá, en la pelea feroz por conquistar la pelota.


Han resultado, al fin, unos encuentros terribles, desasogantes, casi salvajes. 

El desarrollo argumental ha sido como el de una cruda novela de intriga, con algún elemento sobrenatural. Daría, pienso yo, para un excelente best seller veraniego. Conspiraciones de poder, manos negras, confabulaciones en la sombra y, en algunos capítulos, la aparición de seres sobrehumanos en el centro del campo, movidos por una fuerza oscura,  la mirada llena de fiebre, como poseídos, sedientos de sangre y gloria (estoy pensando, naturalmente, en Pepe y en Adebayor, que se han comportado, en esta serie, como zombis caribeños)... Solo ha faltado que alguno de estos partidos se hubiese jugado en el Vaticano.


Parece ser que alguien comentó hace un tiempo que el R. Madrid, más que a un entrenador, había contratado a un asesino a sueldo. Es posible. Pero se trata de un asesino a sueldo muy particular, que exige en el contrato, además de una fuerte suma de dinero, el alma de aquellos que le contratan, y el poder absoluto de un rey sol. Como si dijésemos un asesino endemoniado.Todo se lo concedieron a cambio de la victoria. A estas alturas, ya está claro su  fracaso -solo ha ganado un título y uno de sus muchachos los desgració bajo las ruedas de un autobús-, pero al mismo tiempo ha creado una secta -satánica, claro está- y son muchos los que siguen sus apocalípticos mensajes, sus descabelladas teorías conspiratorias, sus quejas y berrinches. Hasta ha creado un mantra, existencialista y muy sencillo, que sus seguidores recitan por las esquinas: "¿Por qué?, ¿por qué?"...


Como en todos los asuntos humanos, finalmente todo se explica con dos o tres sentimentos. Y en este caso piensa uno que se trata de un simple asunto de envidia. Creo que Mourinho tiene pelusilla de Guardiola. No puede soportar que gane más que él y, sobre todo, que gane jugando maravillosamente al fútbol. Además es guapo. Todo esto, el melancólico entrenador portugués no lo puede sufrir. Le saca de quicio.


Para acabar con él podría haber hecho uso de una plantilla fastuosa y tan amplia como el vestidor de una reina, hecha a su medida; podría haber intentado, con semejantes mimbres, unas estrategias futbolísticas de la misma categoría, rutilantes y variadas. Podría haber orquestado una música maravillosa. Sin embargo, vaya usted a saber por qué razón, prefirió montar una banda de cornetas y tambores y hacerles tocar arrebato. Decidió interpretar una partitura más oscura y tortuosa: la queja continua, la excusa constante, las más viles insinuaciones... Música de charanga. Una pena. Pensó que con tanto ruido y estridencia ahogaría la exquisita melodía blaugrana. Ahora, sin embargo, lo único que tiene es una copa abollada y una corte de seguidores fieles y ciegos, pero el concierto de fin de curso no lo va a dirigir su mágica batuta.



En el bando contrario, sin embargo, ese místico entrenador al que Mourinho creo yo que envidia sin remedio, siguió a lo suyo, hizo afinar sus violines, y la música volvió a ser hermosa, un poco fatigada a veces, difícil de poder escuchar en ocasiones por el estruendo de los contrarios, por sus tambores de guerra... Pero porfiaron y, finalmente, se han ganado la gloria de volar a Wembley.


Uno, que es seguidor de un equipo muy modesto, metido siempre en la lucha por no descender de categoría, esperaba de esos cuatro partidos un fútbol de cierto lujo, vigoroso y sinfónico. No pudo ser. Y no me cabe ninguna duda de que el responsable de todo esto es un pobre hombre melancólico y colérico que ha demostrado tener más miedo que vergüenza.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, señor Enrique.
    Que disfruten de su copa abollada, que nosotros ya tenemos ganada la Liga, y prácticamente puedo oler ya el aroma a Champions.

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  2. ¿Quién podrá convencer a Pep para que se presente a las elecciones y aplique su manera de jugar a la de gobernar ? Seguro que consigue una cantera , estoy convencida de que la hay,de gente trabajadora, honesta y responsable. ¿Os imagináis? … soñad…soñad… Prohibido contárselo a un político que seguro que se la apropia y … no termino la frase que estamos en horario protegido

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