martes, 17 de enero de 2012

Esperando la nieve

Ayer nos pasamos la tarde pegados al cristal de la ventana, esperando, como habían anunciado en el telediario, la llegada de la nieve. Queríamos sorprender los primeros copos, recibirlos como se hace con todo aquello que nos ilusiona: la primavera, los regalos de Reyes o cumpleaños, el amigo al que llevamos sin ver largo tiempo... Pero no se presentó. Apenas llovió un poco, una lluvia triste, monótona, oscura, gris, una lluvia sin originalidad ni grandeza, una lluvia como todas las lluvias. Así que al final ya nos retiramos, penélopes en nuestro rincón, sin ilusión y sin nieve...




2 comentarios:

  1. Aquí tampoco llega la nieve, ni creo que llegue nunca. Lo que no se va es la lluvia, que permanece incansable sobre Alicante. No me quejo, porque para mí es un placer dejar que el sueño me invada mientras escucho el repiqueteo constante de la lluvia, así como abrir los ojos y comprobar que aún sigue ahí. No obstante, preferiría que a lo largo del día no lloviera, pues ya es bastante desesperante mi vida aquí como para que la lluvia aumente mi tristeza.

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  2. Ánimo, Rocío, dejará de llover, ya lo verás. No desesperes. Un saludo.

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