viernes, 4 de febrero de 2011

Podadores

Hoy, de camino al trabajo, me encontré a unos operarios municipales que estaban podando los árboles. Desde lejos, parecían unos playmóbiles recién sacados de su caja: tres o cuatro figuras  muy quietas y envaradas, colocados alrededor de un pequeño furgón con una canastilla elevada, en la que estaba subido otro, este con una sierra en las manos. Iban tocados todos con unos cascos blancos y llevaban gafas de seguridad, chalecos anaranjados y conos rojiblancos en las manos. Todos los complementos.


El de la sierra, encumbrado en lo alto, la manejaba como un artista escultor, no de un modo regular y fluido sino a golpes de inspiración. Cortaba una rama y se retiraba hacia atrás, como para contemplar mejor qué tal le iba quedando la obra. Después de un rato inmóvil, le volvía la inspiración,  encendía de nuevo la sierra eléctrica y cortaba otras dos o tres ramas. Las quimas caían en la acera e iban formando allí una escultura moderna, conceptual y abstracta. Y los árboles cada vez más expresionistas, con sus brazos mutilados al cielo...

3 comentarios:

  1. Muy gráfico lo de los playmóbiles, la imagen te ha venido que ni pintá.
    Por cierto, podador conozco yo a un estudiante del Don Bosco que no creo que se esté con tanta parafernalia y tanta estética.

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente.
    Según me comenta, ayer mismo estuvo recogiendo los sarmientos.

    ResponderEliminar