martes, 15 de marzo de 2011

Jerónimo Granda

Hace más o menos una semana estábamos de carnaval en Gijón. Fue una tarde estupenda. N., con una peluca inefable, componía una curiosa mezcla entre un cantante heavy y el Javier Bardem de No es país para viejos.


Cuando nos íbamos a cenar, nos cruzamos con Jerónimo Granda. Llevaba la funda de su guitarra al hombro. Este señor es uno de los grandes patrimonios humanos que tenemos en Asturias. Es un cantante cáustico, socarrón y popular de gran éxito allí. Vendría a ser, para definirlo con rapidez y justeza, nuestro Brassens particular. Además de sus propias composiciones, de un humor muy inspirado, interpreta también con gran sentimiento esas tonadas emocinantes que se cantaban antes en los chigres y los bares, y no suelen faltar nunca en esos últimos momentos exahustos y sudorosos de bodas y comuniones, para que la gente, ya un poco borracha, llore a su gusto. La mina y el mar o Pescadores son dos de estos temas que digo (se los pongo más abajo). Además, es un gran comediante y entre canción y canción acostumbra a  hacer  unos monólogos graciosísimos, en un asturiano muy jugoso, desde mucho antes de que se pusiesen de moda en las televisiones. Yo tengo en la mesilla de noche un librín donde se recogen algunos de ellos. Lo tengo ahí para ver si, mientras duermo, se me mejora el humor.


Es hombre sin pelos en la lengua, que se ríe de los poderosos de este mundo con mucha lucidez, sin enfadarse, serenamente. Da gusto escucharle. Y tiene una voz profunda, grave y armoniosa.


Pues bien, cuando acabamos de cenar y volvíamos hacia el coche, al pasar por Begoña, resulta que allí estaba, subido a un escenario, cantando. Era ya el final de la actuación. La penúltima tonada se preguntaba, con la música del ¿Dónde están las llaves...?, por dónde estarán les perres, esto es, el dinero que al parecer se han llevado unos cuantos altos funcionarios y algún exconsejero del Principado que, aquel día, aún dormían en la cárcel de Villabona. La gente coreaba entusiasmada. Cerró la actuación con la canción que les pongo aquí abajo, que tampoco tiene desperdicio (fíjense en el público, ya talludito,cómo se sabe la letra y de qué manera entregada le siguen).






3 comentarios:

  1. ¡Ay qué hombre tan gracioso! He estado viendo algunos monólogos suyos para la televisión asturiana y, aparte de que son divertidísimos, tengo que decir que me encanta ese acento del norte tan peculiar.
    Por cierto, las señoras del público se lo pasan pipa.

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  2. busca en el youtubi a Goyo Ramos, otro gran artista de Gijón que se gana la vida, hasta que el éxito llame a su puerta, arreglando televisores en su tienda de El Llano...

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  3. Ahora mismo lo "rastreo" por la red. Ya te contaré.

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